lunes, 18 de noviembre de 2013

Totalitarismo, Censura y un Bolívar Mulato.



El totalitarismo tiene dos alas, su izquierda y su derecha: el Estalinismo y el Nazismo respectivamente, que reencarnan en distintos avatares: el régimen del Apartheid Sudafricano, los regímenes de Corea del Norte, de Cuba, etc. La censura es inmanente al totalitarismo porque para sus seguidores, ellos son los únicos dueños de la verdad, son una especie de religión que basada en un paraíso futuro justifican la censura de todo lo que no apoye el proceso que solo ellos pueden dirigir para alcanzar ese paraiso. En este orden de ideas es imprescindible que estos regímenes soporten y estimulen solo arte que apoye el proceso  y acepte las líneas de la revolución; y solo admitan una historia que exalte el proceso, sus líderes y su ideología, de modo que el pasado, los símbolos y valores patrios deben moldearse a imagen y semejanza de lo que el líder y el partido deseen.
  
                                                  
En la Alemania nazi, en 1934 el director de orquesta y compositor Wilhelm Furtwängler dirigió a la Filarmónica de Berlín con música del prohibido Félix Mendelssohn (de familia judía), y con el estreno de la sinfonía “Mathis der Maler” de Paul Hindemith, al que el régimen consideraba una autor de "Música degenerada", y a quien el director defendió públicamente. A raíz de esta disidencia escandalosa, Furtwängler fue obligado a renunciar a todos sus cargos. Vinieron luego otros directores que acataron las líneas de la revolución nazista y se encargaron de hacer arte previamente censurado. 
                                          Sergei Eisenstein,St. Petersburg, 1910
                                                    
El cineasta soviético Sergei Eisenstein, famoso por su película EL Acorazado de Potemkin de 1925 y por sus aporte al manejo del montaje cinematográfico, tuvo que cambiar el guion de su pelicula "Octubre" cuando Trotsky fue expulsado del Partido Comunista, obligándole a omitir cualquier referencia al personaje en ese film sobre la Revolución Rusa, donde Trotsky  había sido figura fundamental. La rebeldía posterior de Eisenstein la pago con bloqueos, vetos y diversos obstáculos para filmar en la Unión Soviética. 

Lysenko con Stalin, 1935

A mediados de la década de 1930, el agrónomo Trofim Lysenko comenzó una campaña contra la genética y pronto recibió el apoyo del líder supremo José Stalin. Entre 1934 y 1940, época que aproximadamente coincidió con la Gran Purga, varios genetistas fueron ejecutados, entre ellos Israel Agol, Solomon Levit, Nikolai Vavilov, Grigorii Levitskii, Georgii Karpechenko y Georgii Nadson, o enviados a campos de trabajos forzados  (incluyendo a Nikolai Vavilov, quien fue arrestado en 1940 y murió en prisión en 1943). Este acontecimiento histórico se asemeja a las reprimendas de la iglesia católica a Galileo por sus innovaciones científicas que no la complacían. Era la época en la que la iglesia aún tenía poder político, además del poder de dios y de la promesa del paraíso perdido prometido.

                                                         Gorbachev con y sin mancha

El interés de ocultar la mancha de la frente de las fotos oficiales de Mikhail Gorbachev (último líder de la unión Soviética)  así como los otros hechos comentados arriba parecieran estar relacionados con la misma fuente: un regimen totalitario; que tambien podría ser la fuente de ese interés malsano que tiene el chavismo de convertir a Bolívar en un mulato, cosa que históricamente es falsa. Bolívar representaba la clase mantuana blanca, y se crió y educó como tal. Esa imagen del Bolívar bembón, de facciones mulatas, oculta el racismo que realmente existía en la época de la colonia e independencia, y muestra claramente la vocación totalitaria del chavismo para ocultar y transformar el pasado para ajustarlo a su única verdad.

                                                    Un Bolivar Mulato y un Bolivar Blanco

Venancio Loval

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