miércoles, 10 de mayo de 2017

Patria. Socialismo y MUERTE. Indignación. El asesinato de nuestros jóvenes

Cuando se tienen dos hijos
se tiene todo el miedo del planeta,
todo el miedo a los hombres luminosos
que quieren asesinar la luz y arriar las velas
y ensangrentar las pelotas de goma
y zambullir en llanto ferrocarriles de cuerda.
Cuando se tienen dos hijos
se tiene la alegría y el ¡ay! del mundo en dos cabezas,
toda la angustia y toda la esperanza,
la luz y el llanto, a ver cuál es el que nos llega,
si el modo de llorar del universo
el modo de alumbrar de las estrellas.
Fragmento poema Los Hijos Infinitos de Andrés Eloy Blanco.

Ya van varios días, en los que la dictadura infame, asesina 2 o 3 muchachos en las protestas que hay en todo el país. Muchachos que deberían estar felices, educándose, emprendiendo, tomandose un café,  y viendo con esperanzas el futuro, pero NO. Son asesinados poco a poco, día a día.

Escucho a cínicos instigadores de violencia y muerte, como Pedro Carreño hablar de las practicas de tiro para disparo instintivo, cosa que ya han venido usando para matar jóvenes desarmados que solo piden democrácia y respeto. El Pedro Carreño que incita en la practica a matar venezolanos, es el mismo que hizo una fiesta ampulosa y muy costosa para su hija de 15 años, acto donde demostró la suciedad de su ética. Un funcionario público no gana para eso.

Escucho al infame Aristóbulo hablando de fusiles y violencia, a Diosdado instigando al asesinato, al palangrista y limpiador de crímenes de Ernesto Villegas, que se llena la boca con la memoria de su padre, que si en verdad era digno y humano se estará revolcándose donde este. Maduro, promete 500.000 fusiles y hace practicas con una ametralladora para crear miedo, pero su acto induce y justifica la violencia asesina. Es esa gente la que quiere gobernarnos, a la fuerza, con la muerte y el fusil.

Inyectaron el odio en el ejercito miserable que comandan, inyectaron la maldad oprobiosa y sádica que vemos en esos vídeos tristes donde asesinan a nuestros jóvenes. Que muestran al régimen desnudo, con su cara oscura, perversa, cínica y mentirosa.

Ya he visto varias muertes de nuestros muchachos, asesinados por la Guardia Nacional, la Policía Nacional o los colectivos. Matan a mansalva, solo por placer, a quema ropa. Me indigna, me descontrola el día, me llena de ira. Más aún cuando veo, en los vídeos, que los miembros de la élite chavista se sonríen, bailan, se muestran alegres y felices, mientras el país esta enlutado, mientras cada día sus cuerpos de represores asesinos causan dolor y muerte.

La Juventud divino tesoro, rebelde e idealista. Seguirán saliendo a protestar sin importar si no regresan, sin importar heridas, sin importar cárcel, sin importar las previsiones de los padres que les decimos que no se pongan en peligro. Pero el monstruo de la infamia los ronda y la orden de matar de la dictadura sigue vigente. 

En cualquier lugar del mundo donde haya amor al hombre, donde haya calidad humana, donde haya respeto a los otros, serían enjuiciados y condenados: el Presidente, el Ministro del Interior, el Comandante de la Guardia Nacional,... para abajo. Pero aquí nos matan los muchachos todos los días, uno, dos, tres, y pareciera que no pasa nada.

Decía Camus, a los hombres de bien le cuesta mucho, le es muy duro llegar a la convicción de que hay necesidad de quitar una vida, esto lo decía en el contexto de la Segunda Guerra Mundial.

"Hemos tenido que vencer nuestro amor al hombre, la imagen que nos forjábamos de un destino pacífico, esa honda convicción de que ninguna victoria compensa, en tanto que toda mutilación del hombre es irreversible. Nos hemos visto obligados a renunciar a un tiempo a nuestra ciencia y a nuestra esperanza, a las razones que teníamos de amar y al odio que nos inspiraba toda guerra."

Es muy difícil para el hombre de bien tomar una espada, pero si la maldad lo presiona demasiado se pueden desatar las iras del pueblo.

A veces los pueblos tienen que levantarse con fuerza, a veces hay que salir a por todo, tomar las calles por centenas de miles. 

La dirección de la oposición tiene que actuar con contundencia. Solo una acción contundente puede frenar el continuo asesinato de venezolanos. No se puede dejar que transcurran días, semanas y meses, y nuestros jóvenes sean asesinados poco a poco, de uno en uno. Demasiada sangre, demasiadas lágrimas.



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